Mórtimer y Smith urden un plan para matar a Kalimán y Solín procurando que parezca un accidente, los suben en un carro de uno de los juegos del parque de diversiones y los elevan a gran altura, luego aflojan los tornillos que mantienen al carro suspendido en el aire y se alejan esperando que luego de un tiempo caigan
Los criminales se disputan la esmeralda, Mórtimer exige más dinero del pactado y el señor Smith no está dispuesto a entregarle la cantidad, entonces el lanzador de cuchillos exige mucho más y el señor Smith saca un verduguillo escondido en su paraguas y asesina a Mórtimer, luego se aleja del sitio
Kalimán y Solín han despertado de su desmayo y se dan cuenta de su peligrosa situación, el muchacho se cuelga al cuello de su amigo y este salta hacia unos cables, por medio de los cuales y aún hiriendo sus manos llegan al suelo donde corren rápidamente y pocos instantes después cae el aparato destrozándose, logran ver alejarse al auto del señor Smith, pero no ven al lanzador de cuchillos, finalmente lo encuentran asesinado y se lanzan en persecución del asesino
El señor Smith se comunica con Rinley, con el castillo de Boyer, asegurándole al conde que la esmeralda será llevada al día siguiente
Kalimán le cuenta a su pequeño amigo como la esmeralda ha pasado de mano en mano de forma sangrienta, hasta que su amigo Sir Frederic la compró hace 30 años y ahora ha muerto, cumpliéndose una maldición de muerte, en su camino logran darle alcance al señor Smith, quien se da cuenta y acelera, entonces una patrulla se une a la persecución al identificar el auto de Kalimán
El señor Smith llega a la estación de Londres y corre entre la gente, Kalimán logra alcanzarlo y lo detiene, pero es herido por el verduguillo, una especie de estilete, y al mismo tiempo alcanzado y capturado por la policía, el verdadero criminal logra escapar
Kalimán le susurra a Solín un plan, este se escabulle de la policía y cuando llegan al auto patrulla con Kalimán esposado se encuentran con que una de las llantas está ponchada, deciden esperar por refuerzos dentro de la patrulla, el Hombre Increíble finge dormir mientras prepara su huida
En el castillo de Boyer un extraño conde aguarda por la esmeralda, llama a su fiel sirviente Yorvich, a quien ordena traer al señor Smith y luego que entregue la esmeralda deshacerse de él, una vez dictada la sentencia el conde conversa con Yésica, su fiel ama de llaves, para darle la noticia del regreso de la esmeralda a sus manos, corrigiéndose el descuido de un criado que se la robó hace años, ¡¡¡han pasado más de cien años!!!
El conde Bartoc se declara a si mismo como un insepulto
Continuará...
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